La práctica de sí de los griegos tenía como objetivo salir del estado de stultitia.
El stultus no es capaz de querer como es debido.
Querer libremente, querer absolutamente, querer siempre: eso es lo que caracteriza el estado opuesto a la stultitia.
Querer libremente es querer sin ninguna determinación, mientras que el stultus está determinado por lo que viene del exterior y del interior.
El stultus no quiere absolutamente. Quiere varias cosas a la vez, que son divergentes. Por lo tanto no quiere una y absolutamente una sola. Quiere algo y al mismo tiempo lo lamenta. Así, quiere gloria y a la vez lamenta no llevar una vida tranquila, voluptuosa, etc.
El stultus no quiere siempre. Quiere con inercia, quiere con pereza, su voluntad se interrumpe sin descanso, cambia de objetivo.
( de La hermenéutica del sujeto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario