domingo, 17 de julio de 2011

qué puedo hoy


Hoy sólo puedo hacer lo que puedo hacer hoy.

Lo que podía hacer ayer, lo que pude haber hecho,lo que hubiera podido,
no tienen ninguna importancia.

Hoy sólo puedo hacer lo que puedo hacer hoy.

Como en el scrabble, juego cada vez con las letras que tengo, en el tablero que se me presenta cada vez que es mi turno de jugar.
No hay ninguna otra opción.

viernes, 8 de julio de 2011

¿qué puedo hoy?

Después de darle vueltas y más vueltas a mis lecturas filosóficas,

decido usar este blog para despojarme de deberes y "quereres" y concentrarme en mis "poderes".
Preguntarme qué puedo hoy es la brújula que encuentro a esta altura del camino.Preguntármelo cada día. Es la manera que encuentro de conectar con lo que puedo y con el hoy.
Por ejemplo: hoy puedo escribir en mi blog.

martes, 28 de junio de 2011

el descenso (todos somos de river)

Llega. Tarde o temprano, a todos nos llega el descenso.

En ese sentido entiendo la humildad, en el de no sentirse a salvo, en el de no pensarse excluido de las desgracias ajenas. En ese sentido entiendo la generosidad, a veces nos toca dar ( cuando somos afortunados), a veces nos toca recibir. En ese sentido entiendo la grandeza...los grandes son, los que después del descenso sin autocompasíón y sin melancolizase, pelean por el ascenso y vuelven a levantarse!

miércoles, 25 de mayo de 2011

¿para qué tendría que servirnos?



¿Para qué tendría que servirnos la educación?
Para brindarnos imágenes de transformación en el tesoro de nuestra cultura.

Y no para domesticarnos.

martes, 24 de mayo de 2011

la educación

El hombre que no quiere pertenecer a la masa sólo necesita dejar de comportarse cómodamente consigo mismo y obedecer a su conciencia que le grita: sé tú mismo, cuánto ahora haces, opinas y deseas, nada tiene que ver contigo. Toda alma joven escucha esta llamada noche y día y tiembla porque presiente la cantidad de felicidad que le ha sido deparada desde la eternidad, porque piensa en su verdadera liberación,una dicha que jamás alcanzará mientras permanezca encadenada a las opiniones y al temor.
( deNietzsche en Schopenhauer como educador)

lunes, 16 de mayo de 2011

la mejor jugada

En el scrabble, como en la vida, se trata de hacer nuestra mejor jugada posible.Con las letras que nos tocaron en suerte y el tablero que vamos armando entre todos los que participan del juego.El tablero cambia permanentemente. Nunca es el mismo que en la jugada anterior.El recambio de las letras depende un poco más de nosotros: más entregamos,más se renuevan.
Un tablero, dos jugadores(o cuatro)y cien letras generan infinitas posibilidades y combinaciones. Pero con limitaciones. No todas las jugadas son posibles, no todas las palabras.
En la vida, a veces,nos cuesta reconocer qué letras tenemos, qué tablero se nos presenta,cual es nuestra mejor jugada posible.

martes, 25 de enero de 2011

No es todo tan sencillo entre la ley y el bien


Leyendo a Deleuze encuentro... una ley clásica, la de Platón,la del cristianismo.Esa ley no está desde el principio.Se funda en un principio más alto: El Bien.La ley clásica gira alrededor del Bien.
Si los hombres supieran lo que es el Bien, no necesitarían leyes.Obedecer las leyes es lo "mejor". El justo se somete a las leyes en el país donde vive. Obra así, lo mejor posible.

Pero después, nos cuenta Deleuze, llegó Kant. La revolución copernicana de Kant hace girar el Bien alrededor de la Ley. "La ley kantiana definida por su pura forma,carente de materia y de objeto, es de tal orden que no se sabe lo que es y que no se lo puede saber. La ley obra sin ser conocida. Se es culpable antes de saber lo que ella es".El que obedece esta ley ya no se siente justo, se siente culpable. Y más culpable se siente cuánto más obedece. Así funciona el superyo.

Y más tarde, será Freud quien podrá explicar la paradoja de la ley kantiana, la paradoja de la conciencia moral.Ésta nace del renunciamiento pulsional, así pues, más fuerte es el renunciamiento más fuerte es la conciancia moral y con más rigor se ejerce. "Cada fragmento de agresión de cuya satisfacción nos abstenemos es asumido por el superyo y acrecienta su agresión contra el yo.
(Presentación de Sacher. Masoch de Gilles Deleuze)