martes, 26 de febrero de 2008

MUCHA LIBERTAD, SIEMPRE

Así dice Federico que escribió Cervantes, el Quijote: con mucha libertad, siempre. Jugando, divirtiéndose con el texto, con las posibilidades que el texto le ofrecía, explorando sus límites, más allá de lo "permitido" en su época. Es decir,creando. Estos son algunos subrayados más del libro de Federico Jeanmaire, sobre el Quijote y la escritura:

"Los libros se escriben a partir de ideas previas. Pero claro, no sólo con ideas previas se escriben los libros. El escritor debe saber escuchar a sus personajes y también reconocer lo que el texto le está exigiendo a él en cada momento."

"Es bastante probable que Sancho haya nacido como personaje ante la necesidad de encontrarle a don Quijote un interlocutor constante(...), un personaje que le permitiera exponer a don Quijote ciertas informaciones sobre la caballería andante destinadas al lector poco avezado en la materia.. Pero Sancho, quizás a contrapelo del programa inicial, no paró de engordar en el primer libro, y pasó a convertirse en el Segundo Quijote, en el personaje que mejor sabe interpretar las necesidades más profundas de la historia. En su protagonista, quiero decir."

"Se me ocurre que la diferencia básica entre un gran escritor y uno mucho más pequeño está muy ligada a la capacidad de cualquier persona que escribe de escuchar ese texto que está escribiendo. Y que muchos escritores hipotéticamente grandes se han quedado pequeños, a fuerza de forzar sus programas previos más allá de lo que sus textos podían soportar. De empeñarse en escribir aquel libro que habían planeado previamente, sin darle ninguna posibilidad a ese texto de ser lo que estaba pidiendo ser a los gritos mientras se estaba escribiendo."

"Desconocer la valía, o la importancia del texto que está escribiendo, creo que es aquello que lo hace definitivamente libre para escribirlo. Tan libre como para divertirse. Tan libre como para jugar un rato..."

lunes, 25 de febrero de 2008

LOS DE AFUERA SON DE PALO

Es el nombre de mi nuevo cuaderno. El octavo. Tiene que ver con cosas que estuve leyendo en el libro de J. Cameron y también en "Una lectura del Quijote" de Federico Jeanmaire. Sintetiza la actitud del escritor, jugando. Jugando su juego con su texto, con sus personajes, con su historia. Los de afuera, los lectores, son de palo. Otra imagen que se me armó y que también me ayudó en ese sentido es la de un actor que en el momento de estar en el escenario estuviera espiando que la pasa al público con cada palabra, con cada gesto suyo. Aqui van algunas líneas que subrayé en el libro de Federico:
"Me parece, entonces, que el verdadero escritor está solo. Siempre. Sin lectores merodeando por
los alrededores de su escritorio pidiéndole ahora una cosa y luego otra y luego otra más. La conciencia del propio texto es lo único que tiene a mano."

"El verdadero escritor escribe para sí mismo, está solo en todos los casos, mientras que el escritor que escribe para el público andará siempre con el público en sus inmediaciones, no le quedará otro remedio, se deberá a sus caprichos."