martes, 30 de marzo de 2010

sabiduría tanguera


Ayer, bailando unos tangos, me di cuenta Justificar a ambos ladosque ponía demasiada energía en la cabeza. Esto es, apoyaba demasiado la cabeza en mi compañero. Como si la comunicación pudiera darse de cabeza a cabeza. No es así. No funciona así. O mejor dicho, así no funciona. Don't work. No va a andar.

El tango es un idioma. Como se baila de a dos, y se baila sin palabras,el movimiento nace en uno de los miembros de la pareja. Si los dos se movieran espontáneamente sería imposible que lo hicieran para el mismo lado. Uno debe conducir. El que cumple el rol de hacer nacer el movimiento es el hombre. El es el que conduce a la mujer. Se dice que la hace bailar, la baila. Para eso, el hombre debe poder comunicarle a la mujer hacia donde quiere llevarla, que quiere que hagan juntos. Con la mayor fluidez posible. Casi sin que se note. En esa fluidez está el placer del baile. La mujer no se debe sentir forzada. Para eso, ella debe poder recibir , decodificar el mensaje del hombre.
Así, paso a paso, juntos, construyen la danza.
Los dos cuerpos se comunican. Pero hay una parte del cuerpo de los dos que es la más importante. Es allí donde se produce o no el pase de la información.
Esa parte es el pecho. Los dos deben poner el pecho. Pecho con pecho en un abrazo que es usina de todos los movimientos posibles.

No es con la cabeza, es con el pecho. Con el corazón.
Funciona así.

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