domingo, 21 de marzo de 2010

la guerra es una droga, el deseo una vacuna


La guerra es una droga. Con esa hipótesis empieza la película.
Ubica la guerra, la violencia del lado de las enfermedades de la humanidad.
Una peste, una adicción.

Hoy todavía impactada por la fuerza de sus imágenes al límite de lo tolerable, sigo pensando.
La vida cuando se vacía empuja a la droga. Después,la droga vacía la vida.
Por eso se hace tan difícil salir de las adicciones, porque llega un momento que no hay nada más. Una vida vacía llena de droga, o de guerra, o de destrucción, o de autodestrucción. Es lo mismo.

Y apuesto. De las adicciones se sale por el camino del deseo. Una vida llena de deseo tiene poco lugar para la guerra. Una vida llena de deseo nos vacía de guerra.
El deseo: la vacuna y el antídoto.
Antes, previene. Después, cura.





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