Me gustó mucho esto que escribe Nietzsche en "La genealogía de la moral" para pensar acerca de la felicidad. O sobre los felices y los infelices. Y para pensar sobre los infelices que nos gobiernan.
"Los bien nacidos se sentían a si mismos cabalmente como los "felices" ; ellos no tenían que construir su felicidad artificialmente y mentírsela, mediante una mirada dirigida a sus enemigos (como suelen hacer todos los hombres del resentimiento); y asimismo, por ser hombres íntegros, repletos de fuerza, y en consecuencia, necesariamente activos, no sabían separar la actividad de la felicidad- en ellos la actividad formaba parte, por necesidad, de la felicidad (de aquí procede el dicho griego que dice: obrar bien, ser feliz).
Todo esto en contraposoción con la "felicidad" de los impotentes, de los resentidos, de los llagados por sentimientos venenosos y hostiles, en los cuales la felicidad aparece como narcosis, aturdimiento..."
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