
Los puntos culminantes de la cultura y la civilización están separados uno del otro. Los grandes momentos de la cultura fueron siempre, moralmente hablando, épocas de corrupción; y, a la inversa, fueron las épocas de la domesticación voluntaria y obligada del hombre ("civilización"), épocas de intolerancia para las naturalezas más espirituales y más osadas. La civilización quiere algo diferente a lo que quiere la cultura; quizás algo contrario.
¡Qué clara que la tuvo, Peña! Chapeau!!!